Aproximándonos lentamente a sus ojos helados y perdidos llegamos al HADES, donde PANELO y su amigo Kagadaffi buscan a la luz de una lámpara de kerosén al Cardenal Velasco en el Mar de las Almas Perdidas.
Con Caronte de timonel. Panelo recorre las aguas turbias y repletas de hirviente actividad de las almas sin rumbo ni fe. Allí donde desemboca el Guaire, Kagadaffi toca la citara en 1 intento de Regeton, para complacer a su nuevo amigo.
El Diablo sabe más por viejo que por Diablo. Apenas vio llegar a Panelo aquella madrugada de
Diciembre, gritando y en hombros de sus seguidores, supo que Panelo no demoraría en disputarle el reino de las tinieblas, del que lleva más 200.000.000 de años mandando. El también conocido como Cachirulo, aplicó la misma técnica que con todos los tiranos y dictadores de la historia cuando llegan a su reino. Ponerlos a hacer oficio. Es así como Nerón está en un eterno coliseo atormentando apostatas y Napoleón está en guerra permanente con Hitler, por citar algunos ejemplos.
Y este procedimiento tiene su origen en la propia experiencia de Cachirulo. De tanto “mariquear” en el cielo, sin nada mejor que hacer, el otrora Luzbel, pretendió la silla del Todopoderoso. Cuestión que le valió un reino, no tan bonito.
El Diablo, Satanás, Cachirulo, padre de la mentira acogió a Panelo y le encomendó la tarea de buscar al Cardenal, quien anda hablando tonterías allá en una balsa, en el mar de las almas perdidas, guiada por unos gusanos mayameros, golpistas, imperialistas, autopistas.
¡VE Y BUSCALO PANELO! Sentencia el Rey de las tinieblas.
Lo que no sabe Panelo, pero si Cachirulo, es que Monseñor Velazco está de lo más feliz en el cielo. Trabaja en un viñedo y tiene hasta esposa e hijos. Quien vio HECHOS EN EL CIELO sabe que allá el tiempo y el espacio no existen, que allá arriba sólo hay amor y alegría, paz y felicidad eternas, bajo la mirada de Dios, el Todopoderoso, sentado a la derecha y Jesucristo su hijo sentado a la izquierda del sol. Ah y no hay autos ni metro, cada quién tiene sus alitas.
Panelo sigue en el HADES, en el mar de las almas perdidas. Frustrado y quejumbroso le decepciona estar en medio de un mitin de almas que ni lo conocen, ni lo aclaman.
"!Sabes que Kagadaffi si tuviéramos el Helicóptero del SAR ya hubiésemos conseguido al mendigo Cardenal ese!" dice Panelo y Kagadaffi asiente.
De pronto la oscuridad del Mar de las almas perdidas desaparece. El cielo toma un color rojo cereza y el calor es insoportable. Panelo le pide a Caronte una cerveza pero Caronte habla griego y cree que la vaina no es con él.
La barca empieza a incendiarse y el mar d la infelicidad comienza a evaporarse. Panelo ve derretirse a sus compañeros pero el más bien se hincha. Algo pasa allá arriba en el mundo de los vivos.
No se pierdan el CAPITULO 7: MICROWAVE