El tren que lleva a los tres periodistas
y a los dos ángeles guardianes, a su encuentro con el Comandante Panelo ha
entrado en el mundo de los vivos. Pero el tren nunca sufrirá los embates del
calentamiento extremo ni la descomposición que sufre un objeto al rozar con la
atmósfera terrestre ya que la estructura del vehículo es de energía espiritual.
Virgilio explica a Pedro y a “Chivo
Negro” el funcionamiento de los trenes antes de llegar a la estación en la que
se llenará de almas penitentes que van al inframundo para no más
volver.
-Estos trenes son el último
vestigio de dignidad que tienen los condenados antes de bajar a la tierra donde
solo existe la oscuridad y el crujir de dientes. Nosotros, los de arriba, los
manejamos y administramos. Obviamente los demonios jamás podrían hacerlos
funcionar. Cada país en el mundo tiene una estación. Estas estaciones se
interconectan entre sí y a su vez llevan a los hombres a subestaciones donde
enfrentarán su juicio final. La estación de Venezuela es obviamente Plaza Venezuela.
Allí el tren se llenará en su mayoría de ladrones de diversas calañas y asesinos.
Pedro observa con cierta angustia
como el tren va acelerando en su caída y puede reconocer l ciudad de Caracas
desde las alturas.
-Mira y ¿Por dónde entramos a esa
estación?
-Justamente en el cruce entre La
Gran Avenida y La Avenida Las Acacias-. Responde Virgilio cinco segundos antes
que el tren traspase el cruce entre estas avenidas, para caer en medio de las vías de la línea 1
del metro y continúe su recorrido fantasmal atravesando las vías de la línea 3
que se encuentran a unos diez metros más abajo, para luego ingresar a un misterioso
andén ubicado en un plano perpendicular a los andenes de la Caracas terrenal.
-Prepárense, que esto se va a
poner muy apretado y violento-. Advierte Virgilio a sus acompañantes. Las
Puertas del tren fantasmal no han abierto apenas diez centímetros cuando una estampida
escandalosa entra de forma violenta
aplastando a los periodistas contra sus asientos y contra las ventanas. A
diferencia del tren de los vivos este tren cierra sus puertas de manera rápida y
precisa, sin importar que haya espíritus atravesados en las puertas, estos
serán aplastados o mutilados. Es parte del suplicio que deben sufrir los
condenados.
El viaje se inicia y los
ocupantes del tren, cual vapor se acomodan al volumen de su interior liberando
un poco a los aplastados periodistas que vienen del cielo. Uno de los
condenados lucha contra otro que trata de arrebatarle una caja, que en
apariencia pertenece a un televisor pantalla plana. Mientras forcejean y se
maldicen mutuamente, uno de los extremos de la caja golpea la cara de Pedro, quién no duda en protestar.
-¡Pero bueno vale! ¿No pueden
esperar llegar para que peleen por su televisor?
El que aparentemente es dueño del
televisor voltea a ver a Pedro. Pedro nota que el hombre tiene un agujero de
bala en la frente y otro en el pecho.
-¡Este mal nacido me quiere robar
mi televisor! Nicodemo nos dijo que dejáramos los anaqueles vacíos y
obedecimos. Yo saqueé honestamente mi televisor y este malandro mama#$”!o
motorizado me lo quiere quitar-. Responde el hombre con voz chillona y
burbujeante de la sangre que sale por su boca.
Pedro y “Chivo Negro” están
consternados al notar, que no solo el hombre del televisor presenta
deformidades, heridas y palidez en su rostro o en el cuerpo, todos los
ocupantes a excepción de los que salieron del cielo presentan la misma
condición deplorable. De pronto y en su propia defensa se asoma la mitad de la
cabeza de otro hombre, cuyo ojo mira perdidamente, y con una voz no menos
agradable reclama.
-¡Nada diablo este televisol e
mío polque yo soy malo y mas naaa!
Al lado de estos dos infelices,
un hombre gordo que en vida quizá fue moreno pero que ahora presenta un aspecto
profusamente cianótico, se ríe a carcajadas. Pedro no duda en preguntarle a
hombre, -¿Y tú de qué te ríes?
-Yo soy gandolero, y tengo por
costumbre matar perritos en la vía pasándoles el camión por encima… je je je…
yo iba atropellar un perrito cuando ando el huev”#!$ de la moto se me atravesó
y le pasé con todo. Perdí el control del camión y me estrellé contra una
caravana de seguidores de Panelo que le hacían propaganda a un candidato a alcalde.
Eso fue un desastre pero yo quedé agonizante, nadie me ayudó ni a mí ni a
los de la caravana, todos estaban ocupados saqueando el camión… je je.
“Chivo Negro”, Pedro y Virgilio
observan estupefactos al camionero y a los dos necios que pelean por el
televisor, que de nada les servirá cuando lleguen a su destino final.
El tren hace cientos de paradas
en los lugares de tormento. Allí una docena de demonios baja de manera violenta a
un grupo grande de pasajeros hasta que sólo vuelven a quedar nuestros periodistas y
sus ángeles guardianes, que llegan hasta la estación de transferencia, Berlín
Hauptbahnhof. Los cinco, logran bajarse del tren sin mayores dificultades pero Pedro si
siente, al menos levemente, los dolores del atropello y el contorsionismo que
tuvo que sufrir.
Tres andenes más allá está un
tren Alemán que los llevará a su destino.
Luego de otros cientos de paradas
y empujones “Chivo Negro”, Virgilio y Pedro, escoltados por sus dos ángeles,
llegan a los amplios y desolados andenes de Auschwitz. Caminan cerca de
trescientos metros hasta llegar al jardín de los hombres congelados. Virgilio,
quién conoce el lugar, lleva a los turistas del cielo hasta el lugar preciso
donde se encuentra el Comandante Panelo.
-¡Aquí está!- Señala Virgilio a los ángeles que deben poner el
enorme cubo de hielo en posición vertical para que puedan entrevistar a Panelo
de pie.
Pedro no deja de filmar el momento del encuentro con el
condenado, mientras que “Chivo Negro” prepara sus apuntes con cientos de preguntas
preparadas por él o recopiladas en las entrevistas que hizo en el cielo.
Miguel Alejandro, uno de los Arcángeles se coloca frente al
cubo de hielo y se quita los lentes. Un rayo de luz verde sale de sus ojos y
descongela la cabeza de Panelo. Con un par de cachetadas el hombre, despierta.
-¡NOOOOO UJUM NOOOO me rindo, me rindo! Por ahora los
objetivos no se han cumplidooooo!... ¿Y ustedes quiénes son?.. OH “¡Chivo
Negro!” ¿has venido a rescatarmeee?
-¡Noooo mijo ZAPE GATO! Yo ya sé que le pasa a los que
rescatan. Yo también entreviste al General Baudelio en vida.
-Pero Bueno “Chivo
Negro”, ¿a qué has venido si no es a rescataremeee?
-Hemos venido a entrevistarte. Todos los días no sale un
tipo con guáramo para pretender derrocar a Cachirulo. Así son las cosas.
-JUM… te salvas porque yo no puedo pelar una entrevistica.
Además ya me aburrí del Tuerto Waldo yde su ayudante Carvajaliño. Necesitaba un entrevistador decente como tú, que
esté a mi altura y prestancia meeeejmaaa.
-Bueno Comandante Panelo, mi primera pregunta. ¿Por qué
quería derrocar a Cachirulo?
-¡Muy sencillo! El me engaño. Un
día cuando estaba cerca de mi fin, me puse a pensar, ¿Por qué si él y Yo
hicimos un pacto, yo me estaba muriendoooo? Entonces cojí el contrato y me puse
a leerlo con calma, allí en mi lecho de enfermo me leí las 66666 páginas del un contrato de 66
volúmenes. Y de repente veo una especie de raya que divide un capítulo de otro.
Pero me intrigaba la forma de esa raya. Entonces agarré una lupa y comencé a
ver más de cerca esa raya. ¿Tú sabes lo que era “Chivo Negro”?
-¡Una cláusula en letras
chiquitas, diminutas, microscópicas!
-¿Los infiltrados te lo dijeron?
-¡No pareces del Llano Panelo!
Cachirulo siempre hace pactos con letra chiquita.
-Bueno, lo cierto es que la letra
chiquita decía “El prestador del servicio, no se hace responsable por el
cumplimiento de este contrato en caso que la voluntad de DIOS, contradiga las
disposiciones del mismo y sus efectos permanentes o transitorios”. ¿TUS HAS
VISTO CHICO?... Mira de no haber sido por ese enano aaapátrida, escuálido,
pitiyanky, Yo sería el rey del averno y estaría montando mi revolución
socialista del siglo XXI aquí abajo chiiicoo. Mira tenía gabinete y todoooo
Clodosvaldo, Willam Rara, Lina… ¡Un trabuco pues!
-Cambiando el tercio, ¿Viste yo
sabía que tu constitución era un traje a la medida? Nicodemo está destruyendo
Venezuela aplicando el paquetazo socialista que tú le dejaste.
-¿Pero Buenooo “Chivo Negro” cual
paquete hablas tu?
-¡No me guabinees! El Paquete
Rojo.
Panelo observa fija y
silenciosamente al “Chivo Negro”.
-El Maletín Rojo no es de hechura
mía, es un regalo que me hizo Fideeeel en el año 2002 después del 11 de Abril.
Para que acelerara la implantación del Socialijmo Meeejmoooo.
-Pero de 2002 al 2013 hay 11
años, ¿por qué ahora Nicodemo le está metiendo la chola al fondo?
-Pero, ¿quién le dijo a Nicodemo
que hiciera lo que dice en los papeles que están allí dentro? HUMNOOOO, con el
venezolano hay que reculear de vez en cuando, porque si no EXPLOTAN y puedes
perder el poder meeejmoooo.
-Pero Nicodemo dice cada vez que
puede, que usted se le aparece como un pajarito.
Panelo se queda pensativo y hace
una mueca.
-Quiero ponerme la mano en la
barbilla para poder pensar pero no puedo. Esta mald#”$% panela de hielo que me
hace presoooo. ¿Mira ese pajarito por casualidad es Rojo?
-¿De qué otro color puede ser
Panelo?
-Ese es el traidor de Raúl que es
un “cambiante”, Yo más de una vez lo vi transformarse en pato, cascabel y
gallina. ¿Qué de raro hay que se transforme en pajarito? Podre infeliz el
Nicodemo, yo que lo dejé porque tenía fe que volvería y que me daría la silla
por las buenas y sin mucho aspaviento mieejmoo… y tener de nuevo la banda
presidencial en mi cuerpo... LA PRECIOSA.
-Pero bueno Panelo ¿tú no sabías
que los cubanos, no te iban a curar?
-Cuando lo supe… era demasiadotarde.
En la cima de una colina nevada,
un tropel de Orkos repulsivos y harapientos que regresa de tomar café y “echar
el carro” (Ven. Holgazanear) en un
bar ubicado del otro lado de la sierra. Estos demonios tienen por función
cuidar a los condenados al hielo perpetuo, pero en vista, que nadie se acerca a
un lugar tan frío y que los condenados no dan que hacer por más que quieran,
deciden irse de rumba y tragos, eso sí, regresan cada dos horas no vaya a ser
que alguna potestad se acerque a pasar revista, y no los vea en sus puestos.
Los Orkos ven la panela de hielo
de uno de los condenados, parcialmente derretida y rodeada de extraños y peor
aún, dos ángeles guardianes custodiando el lugar.
Miguel Eduardo Arcángel detecta
la presencia de los guardianes del mal y avisa a su compañero que deben
colocarse en guardia.
“Chivo Negro”, Virgilio y luego
Pedro (@Gochirila), el camarógrafo observan cómo se acercan rápidamente los
Orkos. Uno de ellos, quizá su líder se dirige al grupo con desagradable voz:
-¿Qué hacen aquí? Los presos no
pueden ser molestados. Ustedes-, el Orko señala al grupo con su dedo índice
izquierdo, -vienen del cielo. No me interesa si traen visa diplomática. ¡Se van
o los saco a patadas!
-Pero bueno Señor ya estamos que
terminamos- responde el “Chivo Negro”.
Pero el Orko mira con odio de
pies a cabeza a Miguel Alejandro Arcángel y este, lentamente pero amenazante,
se coloca la mano derecha en sus gafas de sol. El Orko muestra su horrorosa
dentadura y brinca contra el ángel. En
su caída Miguel Alejandro Arcángel quita las gafas de sus ojos y un rayo de luz
azul brillante convierte a su enemigo en humo negro pero este cae al suelo.
Miguel Eduardo Arcángel quita sus
gafas y rápidamente desmaterializa media docena de Orkos que van contra el
grupo de la prensa celestial.
Miguel Alejandro Arcángel se restituye
y comienza a disparar su rayo azul.
“Chivo Negro”, Virgilio y Pedro
se ponen al cubierto dejando a Panelo
parado en medio del campo de batalla. Pero Panelo siente una sensación
desagradable:
-Caraj#$ me hice pipí en los
pantalones-, de pronto Panelo siente que no es que se ha orinado encima, sino
que sus piernas fueron parcialmente descongeladas por el rayo de Miguel Alejandro
Arcángel en su caída. Panelo comienza a correr en dirección a los andenes del
tren.
-¡Panelo huye! No es deseable que
llegue a los trenes- advierte Virgilio.
Tambaleante pero veloz, como un pingüino,
Panelo corre en dirección a los andenes del tren para huir de la prisión, los
tres periodistas corren detrás del pero el cubo de hielo andante les lleva
casi trescientos metros de ventaja que aumenta en la medida que los Orkos les cierran el paso. Si algo sabe hacer Panelo mejor que nadie en el universo, es huir hacia
delante.
Los ángeles cubren la retirada
del grupo eliminando Orkos que aparecen por doquier.
Panelo observa a lo lejos un tren
rojo. –Es uno de los trenes que le compré a los españoles antes de moriiiirr,
Já, seré libre prontooo.
Panelo
llega a las puertas del tren y al abrir es recibido por un operador
ferroviario:
-Herr Ihr
Ticket.
Señor su ticket.
-No entiendo nada de lo que me dice, pero yo soy el ¡Comandante meeejmooo!
Así que permiso que me voy de aquí al mundo de los vivos, de regreso a mi
Patria Querida y a mi cargo… ¡El precioso!
-Ha, hat dieser kein Ticket!
¡Ha, con que no tiene ticket!
-¡Pero bueno chico! ¿De cuándo acá piden ticket para viajar en el
metro?
El operador ferroviario se impacienta y enojado llama a dos policías
que se encuentran en el tren:
-Hahn, Jörgen, komm bald wieder! wie bereit Wunsch, ohne Fahrschein
Hahn, Jörgen, ¡vengan acá pronto! este "avispao" quiere viajar sin ticket
-Was haben
wir hier? derjenige, der ohne Ticket reisen will.-exclama
Jörgen
¿Que tenemos aquí? uno que quiere viajar sin ticket.
¿Que tenemos aquí? uno que quiere viajar sin ticket.
-Oh,
schau, dieser Kerl ich weiß, es ist, wer den Teufel zu stürzen wollten.- Advierte Hahn.
Oh, mira, a ese tipo yo lo conozco, es el que quiso derrocar Cachirulo.
-Ist Coup!
¡Es el golpista!
-Geben wir ihm Schläge
Vamos a darle de porrazos
Los dos policías emprenden a porrazo limpio a Panelo comenzando por la
cabeza, que está al descubierto, y terminando en las piernas. Panelo se queja del
dolor y clama por sus derechos humanos y denuncia el abuso policial pero luego
se da cuenta del error de sus agresores. Cada porrazo lo va liberando de su prisión
de hielo. Exhibiendo su astucia y fuerza sobrehumana, Panelo aprovecha y
desliza sus manos hasta el arma de uno de los gendarmes y la dispara contra Hahn,
quién desaparece dejando una estela de humo gris. Luego forcejea con Jörgen y
ambos caen al suelo.
Se oye un disparo y el operador del tren observa aterrorizado
como una nueva nube de humo gris sube al
cielo. Panelo se pone de pie con el arma entre sus manos. Cubierto de nieve,
Panelo voltea lentamente y de un tiro desmaterializa al operador del tren.
-¿Grabaste todo eso?- pregunta el “Chivo Negro” a @Gochirila y este le
responde afirmativamente.
-Esta cámara es genial, no he dejado de grabar desde que salimos de la
sala de reuniones allá arriba. Ni se le acaba la pila ni se le acaba la memoria
para grabar-. Responde Pedro (@Gochirila).
-Bueno ¡Chúpate esa mandarina! Yo te lo dije. Mira el hombre se está
montando en el tren. Vamos a montarnos nosotros porque ¡hay que vibrar junto
con la noticia!
-Tengo un mal presentimiento de esto, no podemos dejar que Panelo use
el tren para volver al mundo de los vivos. ¡Hay que detenerlo!-. Exclama
Virgilio.
Los tres hombres de la prensa se suben al tren rojo de manera sigilosa
y este cierra sus puertas y avanza.
-Son ángeles de última generación, en cualquier momento salen volando
detrás de nosotros.
-¡Los ángeles! Se han quedado- exclama Pedro.
AGRADECIMIENTOS
A mi seguidora @lugelima por sus excelentes montajes.
No te pierdas el próximo capítulo.
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