Nicodemo
está atormentado por la crisis que agobia su gestión. Las imágenes que llegan a
todas las redes sociales, sin control alguno de los funcionarios de ESCOÑATEL,
de los saqueos originados por las protestas por falta de alimentos en todo el
país dejan en evidencia que su liderazgo se va por el caño.
Días
antes, Nicodemo, estaba al borde de la renuncia. Los venezolanos sortearon
todos los obstáculos puestos por Tibisí para validar el 1% de las firmas para
iniciar la recolección oficial de firmas para ejecutar la revocatoria del
mandato de Nicodemo. Las colas de venezolanos autorizados a validar se confundían con las colas en los automercados en busca de alimentos.
No sirvió de nada bloquear los caminos, apresar gente, sabotear el proceso de validación, la operación “morrocoy”. Con todo eso se pudo recabar el 3%, el triple exigido por la ley.
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Por si esto no fuera suficiente, “La Pereza” pone la cómica en el pleno de la OEA, en su intento desesperado por impedir la ejecución de los procedimientos previstos en “La Carta Democrática”.
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Mientras, la mal preparada canciller, hacía una letanía de insultos contra el Secretario General, los asistentes a la cumbre veían en vivo las protestas en el interior del país en sus teléfonos y tablets. La imágen de un discapacitado deteniendo una tanqueta fue determinante. La votación fue una gran derrota.
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Ex
presidentes amigos de Panelo, cuyos gobiernos no fueron reelectos, o sus partidos
perdieron las elecciones, por el temor de los electores, a que sus países se
convirtieran en segundas Venezuela, se aliaron a Nicodemo, para simular un
diálogo con la oposición. Maniobra nada barata, para las arcas vacías del régimen.
Pero Harold Pérez Alfaro, presidente de la Asamblea Nacional y Cheo Torres
logran desbaratar los “trapos rojos” y las “marramucias” de los tarifados.
Es
media noche en Miraflores. Nicodemo observa con horror la foto del
discapacitado que reta a las fuerzas militares durante la represión de los
saqueos en Tucupita. Al minimizar la ventana, se observa la ventana de Word con
su renuncia. Bajo la excusa de irse a Rusia, en una visita no oficial, para
pedirle plata a Putin, Nicodemo anunciará su renuncia y su petición de asilo
político en Moscú. Total, allá Nicodemo ya tiene una base instalada con su hijo
Nicolino. De pronto se oye la puerta tocar.
-¿Quién es?- Pregunta temeroso Nicodemo, empuñando su Kalashnikov bañado en Oro. Nicodemo sabe que los militares están inquietos y no va a permitir que le pase lo mismo que le pasó a un tal “Chaochesco”. Un dictador comunista, casualmente tocayo, que vio su gloriosa revolución interrumpida, cuando los militares decidieron fusilarlo, para quedar bien con la población, casualmente hambrienta.
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-Soy yo jefecito, Gorgojo Sorio. Quería hablar con usté.
-Pasa rápido y cierra la puerta-, Nicodemo acciona la cerradura eléctrica de la puerta de su despacho y el Gorgojo Sorio entra con una taza café en la mano. Nicodemo cierra la laptop.
-Jefecito, venia del TSJ. Usté sabe. La jueza dictó un recurso de “Jabeas Corpus” para que ya naiden me nombre y menos me digan corruto ni ladrón. Entonces, venía caminando por aquí y me dije ¡OH! Debo pasar por aquí para agradecerle al jefecito y le traje un cafecito. |
-Gracias Gorgojito. Estoy triste chico. Estaba pensando que es verdad lo que dice el viejo mama&/%$## este Harold. Yo no sirvo para esto. Panelo se equivocó.
-¡Noooo jefecito! Usté es bueno. Panelo no se equivocó. Lo que pasa es que la guerra económica y los escuálidos…- Y Gorgojo Sorio inicia una letanía de halagos para Nicodemo.
-Gracias Gorgojito… Eres uno de los pocos militares que me respeta, ni pensar que todos me piden que te meta preso, porque según, tú eres el culpable de todo este desastre con la comida, para ver si la presión en la población baja. |
-¿Yo señor? ¿Cómo el chinito de RECADI?
-Y ahora las mujeres caminan encima de los guardias que custodian los pasos fronterizos para comprar comida en Colombia. No sé qué hacer. O bueno, sí- Nicodemo acaricia su laptop.
-Jefecito. La solución de este problema es espiritual ¡Yo se lo dije una vez! |
-Si
bueno ¿Te acuerdas de los sacerdotes estos y El Pacto? Todo eso se cayó. Y la
cosa ha empeorado.
-Jefe,
yo sin autorización suya, he hablado con alguien.
-¿Con
quién?
-¡El sumo pontífice de la religión Umpalumpa! El Gran Omkhulu. El jefe de los sacerdotes que le trajimos en abril del año pasado. Él está dispuesto a venir para apoyarlo y hacer un trabajo bien bueno ¡Pa que usted gobierne para siempre!
-¿Tú dices?
-¡Claro! Bueno pero me tiene que dar una platica. Para hacer los preparativos jefe.
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-¡Si si…! Baja el cuadro aquel y pon la combinación 35-53-35.
Gorgojo Sorio baja un cuadro del Bolívar de Cromañón, recuperado de los que Harold desechó de la Asamblea Nacional, y detrás de él está una caja fuerte. El hombre la abre y saca todas las pacas de billetes de 100 dólares y 500 euros ante la mirada atónita de Nicodemo. Se saca una bolsa negra de uno de los bolsillos de la chaqueta roja que siempre viste y mete todo el dinero allí.
Gorgojo Sorio baja un cuadro del Bolívar de Cromañón, recuperado de los que Harold desechó de la Asamblea Nacional, y detrás de él está una caja fuerte. El hombre la abre y saca todas las pacas de billetes de 100 dólares y 500 euros ante la mirada atónita de Nicodemo. Se saca una bolsa negra de uno de los bolsillos de la chaqueta roja que siempre viste y mete todo el dinero allí.
-Chico
y ¿Te lo vas a llevar todo?
-¡Claro
jefe! Los viáticos y todo aquello.
-Será,
pero hazlo rápido. Trae a ese tal Cuculo.
-¡Seguro!
¡Nos vemos!- El Gorgojo se va con la plata, ante la mirada atónita de un
desesperado Nicodemo.
Han
pasado seis días. En la Rampa 6 del Aeropuerto de Maiquetía está Nicodemo
acompañado de lo más granado del PUFS, sacerdotes Umpalumpa locales y una
orquesta de tamboreros. Esperan a que el avión del General Gorgojo Sorio,
venido directo desde Sudáfrica, se estacione y este desembarque con el famoso
dignatario de la Fe, el sumo pontífice de la antigua religión Umpalumpa, el
Gran Omkhulu.
La
puerta del avión, comprado con dinero del fraude a los venezolanos con las
toneladas de alimentos de PUDREVAL, se abre y desciende Gorgojo Sorio vestido
sport, saludando a todos con la seña del PUFS, el puño y la palma. Nicodemo y
sus compañeros de partido lo abuchean y lo conminan a que salga de una vez el
hombre que han esperado durante estos largos seis días.
De
pronto un anciano blanco, sucio y mal oliente con una túnica de tela de saco de
papa color gris se baja acompañado de otros dos hombres con túnicas marrones,
igual de sucios.
-¡Guardias!
Falló la seguridad. Agarren a estos dos lateros y llévenselos.
-¡NO
no! Nicodemo ¡Este es el hombre!
Todos
se quedan impactados ante las palabras del Gorgojo Sorio. Sólo los sacerdotes
locales abren las manos y caen al suelo de rodillas.
-¿Cómo?
Pep pep pep…- Nicodemo señala al tipo con desdén.
-Buenos
días- dice el anciano en marcado acento español castizo. – ¡Que la paloma de
Umpalumpa descienda sobre ustedes y les revolotee en el interior, llenándolos
de dicha y felicidad!- Ante esas palabras, los tamboreros comienzan a tocar
eufóricamente.
El
anciano se acerca a Nicodemo para presentarse. Lo mira de arriba abajo y luego
le dice:
-Cuéntame algo hijo mío ¿Qué esperabas ver? A un viejo negro y gordo, vestido con una batola colorida, lleno de collares, con una botella de ron en una mano, un tabaco en otra y sobre la cabeza un gorro con plumas…
-Bueno…- responde Nicodemo apenado.
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-Tienes ideas erróneas de la fe, por eso a ti y a tu predecesor les fue tan mal. Con solo verte el diagnóstico es claro. A este pobre hombre hay que hacerle el “Totumanku” y cuanto antes.
En
una sala de reuniones del palacio de Miraflores, el Gran Omkhulu le explica a
Nicodemo y al General Gorgojo Sorio, los detalles del ritual:
-Es sencillo. Sólo hay que exhumar el cráneo de un gran líder guerrero, que en este país hay de sobra, y beber la bebida sagrada directamente de él.
-¡Buenísimo! Tomaremos el cráneo de Panelo porque el de Simón Bolívar ya él lo uso.
-No se va a poder usar el de Panelo.
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-¿Por
qué?
-Porque
él ya no existe ni en el plano de los muertos.
-Pero
¿cómo es eso?- pregunta el general.
-Simple.
Panelo al llegar al Infierno trató de derrocar a Cachirulo El Venado y fracasó
en su intento.
-Bueh…
como en vida- dice el Gorgojo sonriente ante la mirada seria de Nicodemo.
-Como
les decía. Panelo fue enviado al Naraka-Arbuda-Atata, el Infierno helado de los
polacos. Allí pasaría la eternidad congelado. Pero no sé cómo se liberó y trato
de escapar al reino de los vivos. Simón Bolívar mismo lo desintegró. O sea que
en el mundo de los muertos, Panelo, está muerto.
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-¿Cómo
va a ser eso posible? El alma no puede morir ¡Panelo vive! ¡La lucha sigue!
-¡Bah!
Pamplinadas. Las almas son energía hijo mío. Y la energía no se destruye, se
transforma. Allá, en el más allá, el hecho que tu alma sea eterna no quiere
decir que no pueda ser destruida y transformarse en luz o en oscuridad ¿Qué
ninguno ha leído el Chacumbele Popol Vuuh?- Ante esta pregunta Nicodemo se
queda viendo al anciano con la boca torcida y Gorgojo Sorio sólo sonríe. –Bueno
ya veo que no. Apenas tengan el cráneo del gran guerrero debemos ir a tu lugar de nacimiento Nicodemo.
-¿Y
por qué? ¿Por qué no aquí en el sótano donde está el altar?
-Porque
después de cada ritual debería nacer el “Hombre Nuevo” y para que eso suceda
tiene que ser donde nació el viejo…
-Bueno
Jefe tendremos que ir a Cúcuta…
-¡Cállate! ¿A juro tiene que ser allí?
-¿Por qué crees tú que todos los rituales que han hecho Panelo y tú han fracasado? ¿A ver si sabes?...
-Nicodemo mira con pesar a un lado.
-Umpalumpa es más que tabaco, tambores, ron y collares cloridos. Hay que leer el libro de Chacumbele. Allí está la sabiduría… |
-Bueno
jefe, hablamos con Santos y los panas Faracos que vamos a celebrar nosequecosa
de la Paz y montamos el templete allí.
-¡Claro
Gorgojito! ¡Si va! ¡Yorch! ¡Perra loca! Ven acá pronto- Entra el alcalde de la
ciudad aún enfurecido por el tema del revocatorio. – ¡Mira sirve pa algo! Ve
ahí al cementerio y tráeme el cráneo de Isaías Gómez Jiménez.
-¡Ooooh!
Jefazo es una muy buena elección.
-Oh
sí. Este platanote va con todo.
En
el Cementerio General de Caracas está la tumba del añorado general Isaías Gómez
Jiménez. El general desarrollista que durante los años 50 construyo grandes
obras en las principales capitales de Venezuela, y las más modernas autopistas
y edificios en Caracas. Jiménez es derrocado en 1958 por sus colegas militares
y miembros del Partido Democrático. Jiménez vive en el exilio, en España, hasta
que muere en 2001, y sus restos son repatriados, por orden de Panelo y puestos
en el panteón de la familia Jiménez.
Los días transcurren entre la lluvia, el sol y las hojas secas de los arboles que caen sobre el pequeño panteón. A medio día, el silencio del lugar, es interrumpido por un camión que se aproxima por la calle que pasa por el frente. Una cuadrilla de obreros hacen las maniobras para bajar un pequeño tractor bobcat, con un martillo neumático.
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Los obreros comandados por Esneydel, el guardaespaldas del alcalde, comienzan a romper el grueso mármol de la tumba de Isaías Gómez Jiménez. Hoy en el Cementerio General de Caracas, la profanación de tumbas es algo de rutina. Casi el 80% de las tumbas han sido destruidas por los seguidores de la religión Umpalumpa, bajo el amparo del régimen, para extraer los restos de los difuntos, para comerciar con ellos y hacer toda clase de rituales y sortilegios.
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Tanto que ya es normal ver estas profanaciones a plena luz del día. Sólo
las tumbas de famosos personajes de la historia, son “respetados”, pues están
reservados para los altos dignatarios del régimen.
La
tapa de mármol ha sido destruida por el martillo. La urna oxidada es sacada por
los obreros y puesta a un lado de la calle entre cánticos y tambores de los "wanagezy" (aprendices de Umpalumpa) a los que se les ordenan estas labores. La
urna es destapada y el horroroso cráneo cubierto de lodo e insectos es puesto a
la luz. Esneydel saca la caja, donde colocarán el objeto encargado. El joven guardaespaldas
camina entre los escombros de las otras tumbas profanadas para llegar a su
vehículo y así entregarlo para el ritual. Un árbol caído y el maraqueo de una
cascabel, lo hace acortar camino entre las tumbas. Al pisar una losa rota, esta
se parte y Esneydel cae con la caja. El cráneo sale, rueda entre las ruinas de las tumbas y al
caer en el fondo de una tumba profanada, este se parte dejándolo inservible.
Otros
dos guardaespaldas se bajan de la camioneta y corren hacia su compañero caído:
-¡Maric”#$!
Rompiste el claneo
-¿Qué
mama&/%$? Me dí un coñ%%$#%.
-Nada
Esneydel se te cayó y lo rompite…
-Vel&/%
Yojandry ¿Qué hacemo?
-Naaaah
merweb&/%= decíle a lo jefe
-¿Qué
paju()&%# me vas a vendé?
-Nada
chamo hay que resolvé- dice el tercer guardaespaldas, que es más viejo
Los
guardaespaldas miran de un lado al otro y de pronto este tercer hombre, Robert,
se da cuenta que está sobre el panteón de la familia Vargas Pietri.
-¡Vengan acá par de mamasg&/%$#os! Miren este es Rómulo Vargas Pietri. Él fue presidente de Venezuela también. Era el hombre más inteligente de todo el país.
-Jajajajajaja al jefe Nicodemo le va a hacer farta.
-¡Vamos! Dejen la habladera de hue%&$#adas y traigan el chovel con el maltillo.
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Los
obreros llevan el bobcat con el martillo hasta el panteón del ilustre
presidente Rómulo Vargas Pietri, el hombre más letrado del país. Quién por
cierto, vio su presidencia de Venezuela, truncada por la mano armada de Isaías
Gómez Jiménez.
En la población de San Cayetano, a treinta minutos de Cúcuta, miembros de las FARC y el gobierno de Colombia se reúnen para celebrar “LA PAZ”, en compañía de Nicodemo. Pero en realidad la extraña locación fue elegida, por ser la ciudad natal de Nicodemo. Allí el Gran Omkhulu celebrará el “Totumanku”, donde Nicodemo beberá el néctar sagrado, del cráneo del líder inhumado:
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-Que pasen adelante los wadadíes tunkun makum con el totumo.
Se
abren las puertas de lona de la carpa instalada cerda de la vieja casa de los
Madero Mata en el pueblo. Entran los Narcosoles, vestido con batolas coloridas,
estampadas con motivos africanos y numerosos collares. El general Gorgojo
Sorio, saca el “Totumo” de la caja, el cráneo de Rómulo Vargas Pietri, pensando
que es el del gran líder militar Isaías Gómez Jiménez. El Gran Omkhulu toma el
cráneo y lo examina.
-¡Excelente
elección para un líder!
-Señor
vea no lo hemos limpiado aún, está sucio y feo.
-¿Limpiar?
¡Pero si está perfecto! ¿Cómo que limpiar?
-Hombre
¿Como Nicodemo va a beber de ese cráneo lleno de barro y animalitos?
-No
entiendo.
-Bueno,
cuando Panelo hizo lo mismo con el cráneo de Bolívar. Se limpio y se
desinfecto.
El Gran Omkhulu horrorizado se lleva la mano al pecho y exclama.
-¡Son unos locos ignorantes! Al lavarlo botan la esencia del “Totumo” por el caño ¡Con razón Panelo murió! ¿Qué acaso el sacerdote que ofició esa ceremonia no leyó el Chacumbele Popol Vuuh?
Uno de los Narcosoles el General, Prato levanta la mano.
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-A
ver ¿Usted leyó el Chacumbele Popol Vuuh?
-Bueno yo compre uno grandote, con letras doradas para mi coronación como “wadadí”.
-No hombre ¿Quién va a leer eso? Yo lo compré junto con unos tambores y unas imágenes y monte un hermoso altar. Armé una fiesta, con mucho ron, tabaco y mujeres. Mucho tambor, mucho ron y viagra. Perreo ufff ufff y bueno al final el sacerdote me dio este collar tan hermoso.
-Ven aquí hijo, muéstrame ese collar.
-Prato se acerca mostrándole el collar.
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Entonces
el Gran Omkhulu hace un ademán con la mano derecha y el collar, como cobrado
vida propia, comienza a ahorcar al general Prato, hasta el punto de casi
matarlo. El obeso militar queda tendido en el piso, desmayado.
-A
ver ¿Quién más se ganó sus “hermosos” collares de la misma forma?- enseguida
los Narcosoles se quitaron los collares y los escondieron de la vista de aquel
pontífice de la fe Umpalumpa.
-Volvamos
a lo nuestro. Este cráneo era de un hombre con mucho conocimiento. Demasiado,
lo siento y a la vez envidio a Nicodemo y a la vez temo. Una pregunta ¿Están
seguros que el cerebro de Nicodemo podrá contener toda esta sabiduría?
Recuerden al astrofísico Steven Hawking. Su conocimiento era demasiado que
desbordo su cerebro, entumeciendo su cuerpo ¡Os advierto!
-¡Oh!
Gran Omkhulu. Mírele nada más el tamaño a Nicodemo. Además le puedo asegurar
que el cerebro de Nicodemo tiene bastante espacio libre- aclara el Ministro de
Finanzas, el General Víctor Torres, ante las risas ahogadas del resto de los Narcosoles.
Entre tambores, llamaradas, figuras hechas con cal en el suelo, frutas, animales sacrificados y canticos en quimbo y oraciones quimbiambo, comienza la ceremonia del “Totumanku”. Nicodemo está sentado semidesnudo sobre un pequeño taburete, en medio de una elaborada figura hecha con talco en el suelo.
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Con betún blanco, negro y rojo, le han dibujado varias figuras en el rostro, en el pecho y en la enorme panza. En la cabeza lleva una especie de corona en forma de nido de pájaro, hecha con paja y plumas, de las que sobresalen dos largas hojas de algún árbol, emulando las orejas de un burro. O por lo menos esa es la impresión que da.
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Entra
en escena el Gran Omkhulu con su vestimenta regular. Según su nueva filosofía
del culto a Umpalumpa, el sacerdote no debe vestir prendas lujosas en las
ceremonias, pues éste es sólo un sirviente. En su mano izquierda lleva el
cráneo profanado de Rómulo Vargas Pietri colocado al revés, emulando una
vasija, lleno de un líquido que despide una llama azul muy tenue. En la mano
derecha, el Omkhulu lleva un ramo largo rudas. El sacerdote se para en frente
de Nicodemo y comienza a recitar oraciones en quimbiambo, que lee directamente
del Chacumbele Popol Vuuh, que uno de sus asistentes carga. La música de los
tambores e hace más intensa. El Omkhulu le entrega a Nicodemo el cráneo
ardiente, aún lleno de restos de tierra y le ordena comenzar a beber. De pronto
el idioma de las oraciones cambia a uno que el beneficiado del ritual va a
entender:
-¡Oh
Umpalumpa todopoderoso! Permite que este cuerpo decadente y esta mente
miserable…- Nicodemo voltea hacia el orador con desagrado. El Omkhulu le da un
latigazo con las ramas para que se concentre. -…esta mente miserable y ruin,
sienta los poderosos efectos de la bebida sagrada…
-Umpalumpa,
deja que la bebida de las siete leches: león, antílope, cebra, jirafa,
elefante, cabra y gorila, penetre este cuerpo…- Nicodemo comienza a sentir ganas
de vomitar. Pero el gran Omkhulu le da otro par de latigazos con la rama y uno
de los asistentes del sacerdote se acerca al oído del hombre advirtiéndole que
si llega a vomitar, hay que hacer todo de nuevo, incluyendo buscar un nuevo
cráneo. Nicodemo se traga todo aquello, al coro de los asistentes que dicen una
y otra vez “asalqad asalqad” (fondo blanco).
Nicodemo
está rojo como un tomate y asqueado de lo que acaba de beber. Su estómago hace
como un trueno y las primeras flatulencias comienzan a salir, mientras los
presentes celebran dando rienda suelta a sus necesidades carnales con comida
bebida y sexo. Este pregunta si puede beber agua y el Omkhulu luego de un
latigazo con la rama de ruda le dice que no, porque viene la segunda toma, con
la bebida de los siete miaos.
Han
pasado tres días después de la ceremonia los cuales Nicodemo lleva encerrado en
el baño de su despacho. La diarrea es intensa y Doña Celia sólo le provee de
agua y alimentos a base de plátano verde. El Omkhulu dice que esto es normal,
que todo sale según las “escrituras”. Cuando la diarrea para y se oye el bajar
de la palanca, Nicodemo pide que nadie lo moleste y cierra la puerta de su
despacho. Nadie, ni su mujer pueden entrar a ver lo que sucede. Así lleva una
semana. Ministros y Militares están intrigados y preocupados porque algunas
decisiones, que ellos han tomado por considerarlas adecuadas a sus intereses,
requieren, al menos por cortesía, del visto bueno del “Presidente Ignaro”.
Nicodemo convoca a sus ministros, magistrados del TSJ y al alto mando militar a su despacho. Todos se reúnen rápidamente y entran para saber sobre su estado. Tamaña sorpresa al ver encima del escritorio de Nicodemo, un montículo de libros, una vieja máquina de escribir y un montículo de papeles escritos con ella. Nicodemo sale del baño y comienza a hablar.
-Buenos días, mis amigos inservibles. Los he reunido para participarles mi decisión de seguir adelante con el “Referéndum Revocatorio”.
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El
grupo de funcionarios se escandaliza y comienzan a hablar entre ellos y a
recriminarle a Nicodemo las consecuencias de tal decisión. Incluso se escuchan
amenazas, que Nicodemo pacientemente escucha.
-¡Silencio
señores!- exclama el Presidente. –Mi decisión es irrevocable.
“¿Y
cómo piensas hacer? El tuyo es el peor gobierno jamás vivido en la historia del
país…”, se oye decir entre el tumulto.
-Señores.
La solución siempre la tuve frente a mí- señala Nicodemo la enorme biblioteca
que está en el despacho. –El viejo presidente Rafael Calderón, el mismo que
liberó a Panelo, una vez más viene en nuestra ayuda, sin proponérselo. Él fue
el que trajo esta biblioteca. Cada uno de estos títulos, de prestigiosos
autores, son como un gran manual de usuario, para el que ocupe esta silla.
-No,
para nada. En el tiempo que tarde Tibisí en organizar y ejecutar la consulta,
yo pienso poner en marcha un plan de recuperación de nuestro gobierno, basado
en las enseñanzas de estos autores. Miren, Yo me decía socialista, y tenía esta
gran obra, “El Capital” de Karl Marx como pisapapeles. En tres días lo leí y lo
contrasté con esta Historia del análisis económico de Joseph A. Schumpete y
este ensayo de Amartya Sen, sobre la Pobreza. Además este otro libro, La
riqueza de las naciones de Adam Smith Tiene principios básicos que no se están
ejecutando.
“¿Cómo
vas a hacer con Harold Alfaro?”
-¡Tranquilos!
Que en mis infortunados momentos de evacuación, secuelas del tratamiento
espiritual al que me vi sometido, leí estas dos herramientas maestras de la
política “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo y “El Leviatán” de Thomas Hobbes.
Cada una de las palabras de este enemigo tendrá la debida respuesta. Insultos
respetuosos saldrán de mi boca, y palabras de aliento para las bases de este
movimiento que Panelo me heredó.
¡Vean! Recuperé esta vieja máquina de escribir, para llevar un registro de mi nueva épica. La titularé “Don Bárbaro, el Trepador”. La historia de un joven bohemio e ignaro, que llega a la presencia, llevando a su país al caos y la hambruna, pero que luego de recibir la iluminación, derrota la adversidad. Una historia de amor, dolor y suspenso, con cierto tono autobiográfico.
¡Vean! Recuperé esta vieja máquina de escribir, para llevar un registro de mi nueva épica. La titularé “Don Bárbaro, el Trepador”. La historia de un joven bohemio e ignaro, que llega a la presencia, llevando a su país al caos y la hambruna, pero que luego de recibir la iluminación, derrota la adversidad. Una historia de amor, dolor y suspenso, con cierto tono autobiográfico.
-Ajá
¿Y qué Piensas hacer? Pregunta el General Pérez Torres, Ministro de Economía.
-Lo
primero: Eliminar el Control de Cambio, levantaré todos los controles de precio,
devolveré las empresas expropiadas y crearé un sistema de incentivos fiscales
para que la empresa privada nacional y extranjera vuelva a invertir en el país.
El
pánico invade a la poblada de funcionarios que no pueden creer lo que Nicodemo
ha dicho.
“¿Vas
a arruinar mi negocio maldi&/%$#?”, “¿Y ahora que vamos a hacer?”, “¡Que
bolas tiene este!”… son las voces que se oyen en el despacho y los pasillos.
-¡Silencio!
Mi segunda decisión es más polémica que la primera, pero necesaria. Todos mis
ministros militares activos, desempeñando estos cargos contraviniendo la ley y
la civilidad, y en algunos casos usurpando funciones y competencias, quedan destituidos
y volverán a sus cuarteles, se les asignarán nuevas funciones y en aquellos
casos en los que hayan cometido dolo, serán sometidos a la justicia militar por
traición. Por cierto Prato. He decidido que el Almirante Moisés David, continúe
en funciones como Ministro de la Defensa. He leído tu expediente…
-¡Leyó!
¿Y desde cuando usted lee?
-¡Silencio!
Deje hablar. Como le decía, usted no cumple con los parámetros mínimos para
dicha responsabilidad. De hecho ya le participé al Almirante mi decisión.
El
General Marcos Abad, ministro de comercio e industria mira con cara de pocos
amigos al General Gorgojo Sorio -¡Tú tienes la culpa de esto!- y entre
recriminaciones y amenazas los funcionarios corren en desbandada.
Aristofalo
mira todo aquello sonriente. Está convencido que es una animalada más del
“burro” Nicodemo, que lo acerca cada vez más a su fin, hasta que una sentencia
le quita la sonrisa: Voy a nombrar a Nickmar Eduards como mi nuevo
vicepresidente. Si mi plan fracasa, dejaré a Venezuela en las mejores manos.
-¿Qué?
¡Jah! ¿Me estás botando? Y me cambias por ese mequetrefe que fue expulsado del
PUFS. Ya verás que el #CapitánHallaca no lo va a dejar meter en el partido.
-No
importa lo que diga el #CapitánHallaca ni su banda de criminales uniformados,
los “Narcosoles”, los entregaré a todos a la DEA. Le diré a Chanon apenas te vayas de mi
oficina. La colaboración en materia de combate al delito internacional, me dará
la confianza que necesito de los entes multilaterales para obtener la ayuda que
necesito para rescatar la economía.
-¡Te
has vuelto loco!- Aristofalo huye despavorido del despacho.
Nicodemo
queda solo en su despacho y murmura:
-Tengo
que dibujar este momento, con florida narrativa en este capítulo de mi
historia.
Los
ministros militares de Nicodemo se reúnen consternados a las afueras el
palacio, llevando al general Gorgojo Sorio arrastras:
-¡Tú
tienes la culpa de esto!- recrimina el General Prato.
-Pep... pero yo no pensé.
-¿De
cuándo acá tú piensas jala bo/(&$?- recrimina Pérez Torres -¡Eliminar el
control de cambio! Como un dominó e va a descalabrar todo el sistema de
controles que nos ha enriquecido todo este tiempo. Voy a volver a mi unidad
¿pero sabes qué? Antes del amanecer voy a meter un T90 por las puertas de este
palacio y le voy a rodar encima a Nicodemo. Ahora que es inteligente, será como
Steven Hawking.
-Señores
cálmense- ruega Gorgojo Sorio.
-¿Cómo
nos vamos a calmar? Te apuesto que en medio de su “iluminación” debe estar
pensando entregarnos a la DEA. Traeré mis tropas a acabar con esta ciudad
cuanto antes- El resto de los generales se queda atónito con las palabras de
Marcos Abad. Incluso se oye alguno decir “tiene razón”.
-Señores en serio se los digo. Tiene que haber un error. Antes que decidan derrocar a Nicodemo, déjenme ir con el Gran Omkhulu a ver qué fue lo que pasó ahí.
-No vas a ir tu solo, vamos a ir todos. Además no se les olvide que Harold Alfaro se va a morir, pero de la risa cuando sepa de este ¡chó! Si vamos a traer los tanques, hay que abolir la Asamblea a tiros también- sugiere el general Desfalco Bolívar.
|
En
una habitación del Hotel Meliá de Sabana Grande, El Gran Omkhulu y sus dos asistentes
se preparan para volver a Sudáfrica. De pronto tocan la puerta.
-Mire
es el General Gorgojo Sorio.
-Pase
adelante.
El
general Gorgojo Sorio pasa junto con los generales Prato, Pérez Torres y Marcos
Abad.
-Mire
venimos porque hay un problema con Nicodemo.
-¿No
paran las diarreas? Usen agua de babandí.
-No, no mire. El caso es que el hombre es ahora…- Gorgojo Sorio sudoroso y tembloroso se queda callado -… es Inteligente. Y está tomando unas decisiones que nos perjudican a todos. Está echando el “Plan de la Patria” que le dejó Panelo a la basura y lee libros ¿Ha visto? Y cuestiona todo lo que sucede y hasta está escribiendo una novela.
-Bueno, eso era lo que esperaba que sucediera.
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-¡Queríamos
un tipo más fuerte y autoritario! ¡Que infundiera terror en las masas! Y que
tuviera la dureza de un gran tirano, que beneficiara los negocios del Partido
Unido Fascista Socialista y que me ascendiera a Ministro…- reclama Prato.
-Eso
no iba a ser posible.
-¿Por
qué?
-Fácil
General… ¿Abad?... El “Totumo”- el cráneo - que me trajeron era de un hombre
letrado. Un docto de las ciencias y las artes literarias. Un político honesto, un
caballero de carta cabal.
-¿Artes
literarias? Pero si Isaías Gómez Jiménez era Ingeniero.
-No.
Yo le pregunté al difunto su nombre durante la ceremonia y me dijo que era
Rómulo Vargas Pietri.
-¡AY
SU MADRE! ¿Cómo puede ser posible? Yo le fui claro a “Perra Loca”.
-¿Perra
Loca? ¿Mandaste a Perra Loca a buscar la clavera para Nicodemo?
-Prato.
Es el Alcalde. El que se ocupa del cementerio.
-Pero
si Perra Loca, es como las moscas. Donde se para, la cag&/%. Perdimos las
elecciones a la asamblea por su culpa. Ahora tenemos a Harold. Van a hacer el
revocatorio porque reunieron el doble de las firmas. Lo mandas a buscar un
muerto y te trae el que no es ¡Coonñ()/&%&$ de su ma%&%$#!
-Bueno Bueno… Gran Omkhulu queremos que Nicodemo vuelva a ser el imbécil que era antes.
-Pues no hay problema mis hijitos. Ya me extrañaba. Normalmente me llaman los dictadores africanos para beber de los cráneos de grandes guerreros, locos y asesinos. Pero cuando vi ese portento intelectual, al principio sospeche, luego me dio hasta envidia. No hay problema, para que Nicodemo vuelva a ser el necio miserable que era antes, tráiganme la calavera de un burro. Pero tiene que ser del pueblo aquel en Colombia, de donde es el…
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Dedicado a la memoria de los ilustres:
Rómulo Gallegos, José María Vargas y Arturo Uslar Pietri.
La segúnda del temporada #ComandantePanelo no ha terminado. No te pierdas las series
Verde Maduro Podrido tercera temporada
Verde Maduro Podrido primera temporada
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